miércoles, 29 de junio de 2011

Memoria inerte de mis ancestros

Sus labios.
Querían callar, querían hablar, querían mostrar un sueño corrupto.
Mi motivo, mi porqué y mi causa quería llorar, pero no la deje.
Un niño que se lamenta de existir y un cielo que era menos claro.
Mi padre lamentaba la pérdida y mi hermano queriendo hacer las cosas bien se limpió su boca con formol y no pudo volver a hablarme.
Y yo me sentía culpable, y nos mira, a veces llora, no nos conoce, imprimimos sabia bruta de una rosa y se la esparcimos por el cuerpo.
El olor del temor tampoco la ha hecho reconocernos.
<<alguien dice; no me dejes nunca, y alguien dice; no quiero que vuelvas>> (Nach)

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