lunes, 31 de enero de 2011

Generación de un siglo extraño


Un sentimiento de angustia invade el aire.
Alegrías celosas, ruidos molestos, cantos afligidos.
Sonata de un compositor austriaco.
Modelo de campañas de tabaco negro, azúcar, sal y rompecabezas.
Aire democrático, aire celestial. Simple aire, aire banal.
Reino Unido en pedazos y Calisto y Melibea separados por enredaderas.
Pelayo y Olaya, Peter y campanilla, ruiseñores que alcanzan sentimientos retrógrados de personas anormales.
Satisfacción del asfixiante parpadeo de tus manos.
Semillas que crecen cerca de mi estómago y mi cuello.
Nudo de llano múltiple que se estanca en mi garganta para dejarme derramar lágrimas.

viernes, 28 de enero de 2011

Jara María Pizarro


Hay un momento en la vida en el que necesitas a las personas.
Las personas huyen, las personas cambian, las personas miran su propia perspectiva.
Nunca nos podríamos imaginar que en el momento mas inesperado apareciese la persona ideal.
Jara María Pizarro me ha aportado cosas que muy pocas personas saben aportar, me a ayudado a mirar de frente, a no hundirme, a saber pasar de las personas que no nos hacen ningún bien, a elegir, sí, elegir a esas personas que el día de mañana se mantendrán a mi lado, me enseño a elegirla a ella.
En una décima de segundo se nos hunde el mundo, en esa décima aparece ella para levantarme, para mostrarme que todo no es negro, para recordarme que merece la pena seguir adelante con una sonrisa por esas personas que me quieren.
No soy perfecta, ella me ha enseñado que la perfección es saber aceptar los fallos con elegancia.
Jamás pude imaginar que una persona de 15 años me pudiera aportar tanto en tan poco tiempo.
Una madurez que me ha afectado para que madure junto a ella.
Momentos de locura, satisfacción, abrazos que no los cambiaría por nada.
Y la quiero, de una forma especial por que para mí ha sido una de las cosas mas grandes que el mundo me ha regalado.

martes, 25 de enero de 2011


Un pañuelo usado.
Barcos de papel mojados por el vendaval.
Cerrar los ojos y sentirse cohesionada, al borde de un precipicio.
Buscar las mejore sonrisas en los peores lugares.
Un reencuentro inesperado en una estación de tren vacía.
Las respuestas incuestionables son las que me llevan a pensar los por qués.
Necedades de adolescente y un vaso de coca-cola derramado por mi piel.

miércoles, 12 de enero de 2011

Mi dedo índice

Y entonces te miras y ya no ves nada.
No ves el odio, no ves la soledad, no ves a esas personas.
Lo extraño es que no te sientes mal por ello.
Escupes sobre la vida, te ríes.
Las personas que estuvieron ya no están.
Arranqué el penúltimo árbol del paseo hacia mi casa.
Recordé unos versos de un poeta conocido y retiré la venda de mi mano
Ahí en ese preciso instante me dí cuenta que lo realmente importante son las cosas que nos diferencian de los demás, extraña coincidencia que nunca coincide con mis amigos en celo, ojos hambrientos de pena que ansían comida desde hace ya tiempo, sombra perdida que busca el recuerdo de los que jamás fueron echados de menos.

miércoles, 5 de enero de 2011

Odio



No quedan respetos ahogados.
El insulto del superior no nos hace inferiores, nos hace rencorosos.
Luego nos pedirán las facturas de los favores hechos, escupir sobre su almohada mientras se sacian de mis caídas.
Y un hombre que llora, sí ese hombre, lloro yo también, vergüenza de ambos.
Una mujer cabreada, un chaval que mira con ojos de asombro.
Años malgastados para nada, una reputación ahogada por menos de una hora de tonterías.
Tiempo que gasto en arrepentirme, tiempo que gasto en pensar en esas personas que ya no son nada en mi vida.
Apoyarme en los que están ahí, y no pensar en nada más.
Un futuro mejor, y un presente olvidado o al menos eso deseo.
Que se olviden del mediodía, que se olviden de la madrugada, que se olviden de mí, que lo hagan rápido.
Cerrar los ojos y concentrarse...1, 2, 3...y no paraban.
Adiós, leve parpadeo y manos cansadas, ojos empañados y luces fosforescentes.