domingo, 9 de noviembre de 2014

Éxtasis de domingo

Exageradamente cruel. Las distancias en milímetros. Las bocas insanas que sacian su ansia con noches de látex. Las medias noches en pieles dormitadas y sexo mudo en mentes colapsadas. Inclusiones en canciones que parecen hablar de más, cuando oyes música, la entiendes, no cuando la escuchas. Sueño, sueño de relatos, de literatura imberbe, de acostarte con el sol y despertarte con la luna, en locales desahuciados. Somos heterogéneos, siempre lo fuimos, un tú sin demasiados porqués, una sensación de crecer, aún siendo niño.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

El día que Madrid sea solo una ciudad

El día que pueda con todo, reconoceré que ya no existes.
Los lunes de capa caída hablaré de mis objetivos, de esos que creé yo, sin ti.
Los Domingos de resaca comiendo techo en mi habitación, serán menos tristes cuando tu voz no retumbe en mis tímpanos, ni en mi estómago se junten alcohol y lágrimas.
Los sábados en Atocha, Gran vía, y templo Debod merendando una empanada al atardecer de un día de esos de guante y gorro, serán plenos cuando entre la contaminación y los complejos de Madrid no suene tu nombre.
Que mi casa, mis sábanas ya no atrapan tu olor, que se difumina en todos esos sentidos abstractos de cenas en Kebabs y pelis con palomitas.
Mentiría si digo que te extraño, aunque también lo haría por engañarme todos los días reconociendo que no dueles.
Pero el día, el día que pueda decir tu nombre, amor, ese día, te llamaré amigo.