Mi cara incandescente por una sonrisa sin producir.
Vamos sosegados hacia la playa, porque el mar mengua en la distancia.
El aire inflamado se deshincha y muestra una calima desagradable.
El mundo ha retrocedido tres días, y un mañana nos espera sin paciencia.
Triste momento de las alas al volar, mínimo intento y una probabilidad bastante nula.
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