lunes, 20 de enero de 2014

2014, triste

¿¡Qué ha pasado!?, el otro día me levanté y no tenía reloj, ni móvil, ni tablet, ni e-book, ni portátil y lloré cual niña pequeña.
Soy partidaria de los medios de comunicación, la globalización, pero no estoy de acuerdo con la evasión.
Ya no se habla, no se tienen conversaciones de tres horas sin poner un tweet, o una foto en Instagram, o publicarlo en un estado de Facebook, es muy triste. Muy triste que no haya secretos, que no quedes con una persona por el mero hecho de verla, y que nadie se entere, la privacidad no existe.
Es absurdo, viajar y publicarlo, estar más pendiente de como quedan las fotos para luego subirlas a alguna red que disfrutar de la magia de otros lugares.
No se tiene constancia de lo real, lo presente, el disfrute, la naturalidad de un directo.
Lo más triste de todo es que todo se está volviendo muy relativo, las cosas ya se platean por indirectas de 140 caracteres, las opiniones se dicen por una pantalla de móvil.
Llegará un momento que los besos, los abrazos y el sexo se suplanten por tecnología, y eso, eso es lo más triste de todo.

1 comentario:

  1. Refuerzas la teoría de que en pocas palabras se puede sacudir el mundo.
    No dejes que tus letras sigan siendo punzadas al ahora azul :)
    Muchos besos!

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