Desde que cumplí mi mayoría de edad ya no me fluye nada bueno.
Manos de cartón que se consumen después de pruebas de intensidad.
Odio las tormentas en verano y el calor en invierno, hay quien decide que todos los días son lluvia, sin más.
Rompí mis metas y destrocé mi método, he olido comida de residencia, lejía a pleno pulmón, he llorado en viajes de 300 km, he fingido que no me dolía cambiar mi vida, he admitido delante de su padre que no me importa que lo aleje de mí, lo he mirado y he notado distancia.
Mi vida en un rascacielos o una casa con piscina, emancipación.
"Te quieros" deshabitados que ya no fingen en cualquier rincón.
Orgasmos lejanos que ya no suenan en mi salón, habitación desnuda al igual que mis ganas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario