Mi sueño en decadencia

Y un día te levantas más sensible y buscas ese abrazo entre fotos y sms.
Alzas la mirada y solo ves sus ojos, su boca y sus te quiero susurrados al oído.
Ella que sin querer se cruza en el camino, llora y ríe y perdura su aventura junto a él, entonces las lágrimas poco a poco comienzan a resbalar por mis mejillas.
Por mi mente pasan como diapositivas esos momentos junto a él, en un parque, en el cine, en medio de la calle, en el colegio y sus miradas de más y también las de menos, casi sin querer recuerdas esos besos que echas de menos.
Y ahora soy producto de su mente y de su pasillo. Soy lo que añora, lo que quiere, pero  me deja ir...