viernes, 9 de septiembre de 2011

Buen viaje, hermano


No es que vaya a llorar, ni a sonreír.
Sé que estaré feliz, que son diez meses de aprendizaje.
También afronto que no son cien kilómetros, que no nos veremos en Navidad, ni en Semana Santa.
La tecnología será mi amiga, y a menudo mi fuente de desahogo, porque si pequeña e inmadura también aprendo  lo que me enseñas.
Ahora no podré resolver la química con una llamada telefónica, quizá si pueda preguntarte cuales son los versos mas conocidos de Calderón de la Barca mediante una cámara que nos mantendrá en contacto.
Créeme cuando digo que no lloraré... porque estoy inmensamente feliz, te echaré de menos tenlo seguro.
Cuando llueva, cuando haga calor, cuando todo huela a Amarillo mojado pensaré en ti, cuando las estupideces dichas de otras bocas, que cercanas me molesten, en silencio podré enchufar un cable y evadirme.
Susurraré al tiempo que esas manos tibias de arena y velo te cuiden.
Y cuando sola o acompañada esta ciudad grite tu nombre me acercaré al María Mandiles o a la Traviata para reencontrarme con un tubo de cerveza que aún recientes tus huellas mantiene.
A lo mejor descuidadamente una carcajada sonará con brusquedad porque me has dado un consejo en esa misma silla, en ese mismo instante pero unos meses atrás, y tú desde otro continente lo oirás y casi por inercia  dirás: - Te he dicho mil veces que hables mas bajo y rías mas bajo, y por favor anda como una señorita y hazlo recta.
Y sin temor me callaré poco a poco y en tu ausencia quizá me veas mas cambiada.
Ahora llegó el momento del hasta luego porque jamás será esto un adiós, suerte, mucha suerte.
P.d: Haz el favor de permitirme que en tu honor me ría a carcajadas, jajajajajajajajajaja

1 comentario: